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Editorial del Programa ECOS del día 13 y 15 de Agosto de 2009

 

Cambian un tóxico que de golpe es malo por otro que dicen, será menos malo…

 

 

“Un agrotóxico que se autofumigó” decía Darío Aranda en Página/12 la semana pasada. Se refería a que Bayer dispuso retirar de Argentina, a fin de año, al endosulfán, prohibido en 60 países, incluyendo toda la Unión Europea, pero que aquí usábamos generosamente y ante el “no se preocupen que no hace mal” de autoridades y productores, en forma masiva en soja, algodón, girasol, maíz y tabaco.
El endosulfán es un agrotóxico muy cuestionado desde hace décadas por sus efectos nocivos sobre la salud y el medio ambiente. Las empresas del sector siempre defendieron su uso, negando cualquier efecto secundario y, sobre todo, atacando a las organizaciones sociales, acusándonos de alarmistas
La decisión de Bayer se produjo luego de muchos años de campañas de denuncias realizadas en todo el mundo contra este plaguicida persistente, vinculado al autismo, a nacimientos con malformaciones, daños en el aparato reproductor masculino, efectos tóxicos crónicos en el sistema nervioso, el sistema inmunológico, acción disruptora endócrina, muertes y fuertes intoxicaciones a los agricultores a través del contacto directo en su aplicación.
En argentina y según datos de las mismas empresas, en 2008 se usaron más de 4 millones de litros, con etiquetas de DuPont Agrosoluciones, Nidera y Bayer.
Recordemos la charla que tuvimos en este programa con Alejandro Oliva, médico y coordinador de una investigación que, entre 2004 y 2007, abarcó seis pueblos de la Pampa Húmeda y que confirmó la vinculación directa entre el uso y exposición a contaminantes ambientales con malformaciones, cáncer y problemas reproductivos. La investigación había detallado que cuatro de cada diez hombres que consultaron por infertilidad habían sido expuestos a químicos agropecuarios, y alertó que el efecto sanitario de los agrotóxicos puede manifestarse en las generaciones futuras.
“Ojo que todavía hay clorados como el Endosulfán o el 24D que si bien no es un clorado, tiene efectos muy fuertes y se usan mezclados con el Glifosato. Y ésto está demostrado, no es que vaya a estallar, ya estalló. Está siendo considerado en la Unión Europea y en algunos estados de los Estados Unidos, como una epidemia, y no es tema de una generación, sino que atraviesa generaciones, en particular con los cánceres de testículos y de mamas, pues es transgeneracional, puede pasar de abuelas a nietos. Esto se llama genotoxicidad, la toxicidad que estos productos imprimen sobre la trama genética.”
Dario Aranda señalaba que revisó la web de Casafe, la cámara de seguridad agropecuaria y fertilizantes (www.casafe.org.ar)... y yo fui a ver también: en la sección “Acerca de la seguridad de los fitosanitarios” dice “el perfil técnico de endosulfán basado en amplios estudios”. “no produce malformaciones ni cáncer, no produce problemas reproductivos ni dificultades hormonales.”
Aún luego de que la Bayer retirara el producto del mercado, esta gente sigue hoy diciendo que todo es mentira….!
Y lo peor: dicen que lo reemplazarán por algo menos malo, según declaraciones oficiales de la mismísima Bayer!