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Editorial del Programa ECOS del día 15 de Octubre de 2011

 

Extranjerización de la tierra

 

Leía el otro día el titular; “Extranjeros toman el control de tierras claves para la producción de alimentos”.
Hablaban de los chinos en los valles de Río Negro. Y los árabes en El Impenetrable. El Congreso, decía el titular, “se apresta a debatir frenos a la extranjerización del suelo”.
La nota hablaba ( y cito) “de los últimos valles de clima templado del Cono Sur aún sin explotar, rociados por el agua pura del Río Negro, que perderán su virginidad” porque los pondrán a producir no para alimentar a los argentinos con necesidades básicas insatisfechas, sino para China durante los próximos 20 años.

 


Es verdad, hay negociados que están entregando tierras en zonas fragiles como la meseta patagónica, que si hasta ahora solo ovejas, luego ni eso.
Que se llevarán el agua que hoy usan las comunidades para vivir, hacia sus producciones, en fin, que eso tiene muchas complicaciones y hay que revisarlo bien y estar atentos.
Pero, yo digo: Durante casi 20 años los mejores campos de la argentina se rentaron a pools de siembra, la mayoría corporaciones. ¿De qué me están hablando? Si el campo –y ése sí, el mejor- fue entregado alegremente a Monsnto.
Es verdad que bajo polémicas condiciones y sin aval legislativo, el gobierno de Río Negro acordó con una gigantesca empresa estatal china la concesión de 330.000 hectáreas a cambio de 1.500 millones en inversiones. El gobernador Miguel Saiz, dijo que igual esa agua la están tirando porque pasa de largo.
Arabia Saudita acaba de asegurarse la explotación de 30.000 hectáreas en el Chaco, con posibilidad de extenderse a 200.000 en total en la zona de El Impenetrable, una región de monte nativo. A cambio, el grupo árabe Al Khoraref pondrá 400 millones de dólares y se quedará con la producción, para un plan de seguridad alimentaria en su país.
"Queremos darle valor agregado a tierras improductivas", se atajó el gobernador Jorge Capitanich.
Firmas chinas explotan latifundios en Santa Fe y construyen un puerto en Rosario para llevarse su soja.
Empresarios malayos compraron tierras aptas en la bellísima Malargüe, con fósiles y volcanes incluidos.
La Cordillera de los Andes, útero de los ríos más transparentes, fue desafectada de la protección especial que tienen las zonas de frontera y la minería internacional encontró el atajo justo para avanzar. Hasta el lago Escondido, rico en truchas patagónicas, fue cercado por el magnate inglés Joe Lewis, junto a un cartel que decía "Propiedad Privada".
Todo esto es cierto y preocupante. Y no debiera ser así.
Pero miremos el resto, los 20 millones de ha de soja que se va en alimento balanceado para cerdos o para agorocombustible. Eso no lo vemos? No es comida para los argentinos como dice el colega de Clarín en la nota que mencionaba. No es comida para los argentinos, es comida para los chanchos chinos o para los motores europeos!
Eso no se ve?