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Editorial del Programa ECOS del día 20 de Octubre de 2012

 

Maíz Mon 810. Riesgos y rechazos. Eurochannel

 

 

Los transgénicos, ¿cancerígenos? Un estudio francés reabre el debate

Ante las cámaras, los científicos muestran una rata alimentada con maíz transgénico Monsanto y con agua en la que se introdujeron dosis autorizadas en EEUU del herbicida utilizado en los cultivos. El animal presenta una grave deformación: es un tumor. Escuchemos Euronews
La Universidad Nacional de Córdoba cuestionó la instalación de Monsanto en la provincia, explicitando su apoyo a los vecinos que rechazan la planta. La Universidad recordó que “Monsanto es motivo de movilizaciones sociales en el mundo entero” y llamó a respetar el principio precautorio.
Habrán visto en los medios las masivas marchas en Córdoba contra este emprendimiento.
“El Consejo Superior de la Universidad Nacional de Córdoba advierte la necesidad de respetar los dictados de la Constitución Nacional y de la legislación vigente que ordena la aplicación del principio de precaución: ‘Cuando haya peligro de daño grave o irreversible, la ausencia de información o certeza científica no deberá utilizarse como razón para postergar la adopción de medidas eficaces, en función de los costos, para impedir la degradación del medio ambiente’”, solicita la resolución de la UNC, y “exhorta a efectivizar una consulta a la población para que ejerza su derecho a decidir sobre la no radicación de la empresa”.
Lo habíamos comentado aquí, en el mes de junio la presidente anunció la instalación de la planta de semillas de maíz transgénico de Monsanto en Malvinas Argentinas y una estación experimental en Río Cuarto, emprendimiento que viene de la mano del gobernador de la Sota, y del intendente de Malvinas Argentinas.
Los vecinos denunciaron la falta de estudios de impacto ambiental y, sobre todo, la falta de consulta a la población.
El ministro de Agricultura de Córdoba, Néstor Scaler andi, señalo “Me hace pensar que la universidad de córdoba está en la Edad Media. Monsanto en el mundo les dio de comer a miles de millones de personas.”
La rectora, Carolina Scotto, le respondió: “Los comentarios generalizadores me parecen agraviantes. Me parecen irrespetuosos respecto de la calidad que tienen las producciones de nuestros investigadores”.
La universidad declaró su solidaridad con las comunidades cordobesas de Malvinas Argentinas y Río Cuarto que se movilizan contra la radicación de la empresa Monsanto, y se compromete a seguir trabajando para que se desarrollen sistemas de producción agropecuaria diversificados, que satisfagan las necesidades de la comunidad, garanticen la soberanía alimentaria, conserven los suelos, la biodiversidad nativa y preserven las cuencas hídricas.
La resolución también se hizo eco de la preocupación de organizaciones campesinas ante la inminencia de una nueva ley de semillas, impulsada por las empresas, y solicitó la “reglamentación de la Ley Nacional de Semillas que garantice la protección de los recursos genéticos, la soberanía alimentaria y la biodiversidad productiva en la Argentina”.
A todo esto, vecinos de Malvinas Argentinas firmaron una acción de amparo.
Solicitan en primera medida, que Monsanto realice un estudio de impacto ambiental. Pero además, exigen que las autoridades municipales lleven adelante una consulta popular para que sea la población de Malvinas Argentinas la que decida si está de acuerdo o no con la instalación de la planta acondicionadora de granos de maíz que la multinacional pretende construir en esa ciudad.
En principio, ante la obra civil, el amparo no sería aceptado.
Este tema continuará, sin dudas que continuará…