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Editorial del Programa ECOS del día 18 de Octubre de 2014

 

El día del Glifosato

 

 

La semana pasada yo creo que fue el día del glifosato, simbólicamente.
Primero, aparece la bonísima nota del colega Darío Aranda llamada “Daño genético y glifosato” en la cual cuenta que después de ocho años de investigaciones, el grupo GEMA de la Universidad Nacional de Río Cuarto había elaborado un informe en el que confirma la vinculación “clara” del glifosato y mutaciones genéticas que pueden derivar en cáncer, generar abortos espontáneos y nacimientos con malformaciones. La nota está buenísima y desnuda la genotoxicidad del glifosato, siendo publicada en la revista científica holandesa Toxicología Ambiental y Farmacología.
Allí se explica el daño sobre el material genético del glifosato en células humanas y de ratones. Incluso confirmaron daño genético en células humanas con dosis de glifosato en concentraciones hasta veinte veces inferiores a las utilizadas en las fumigaciones en el campo.
A la vez, ese mismo día se hacía conocida la resolución 29/2014 de la Defensoría del Pueblo de la Nación, a través de su Secretario General a cargo CPN Carlos Haquim, recomendando al Ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva y a los Ministros Nacionales y Provinciales de Agricultura, Educación, Ambiente, Salud y la Comisión Nacional de Investigación sobre Agroquímicos a que coordinen medidas precautorias y preventivas para minimizar los riesgos por el uso de agroquímicos, especialmente en cercanía de la población y las comunidades educativas rurales a donde asisten niños que se ven expuestos a los tóxicos como consecuencia de las actividades productivas en la zona.
Y a su vez, por primera vez el gobierno VIO el tema (hasta ahora era como que o bien atacaban ferozmente a los que mencionasen el tema –como a Carrasco- o hacían como que no existía, pero esto era tan evidente que no pudieron tapar al elefante con el felpudo) que el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, salió a decir que iba a mandar los resultados de los estudios de la Universidad de Río Cuarto al Ministerio de Salud de la Nación sobre el posible impacto negativo del glifosato en la población. . A ver qué onda…(tardó solamente 24 años en informarle al ministerio de Salud que estaban usándose millones de litros anuales de glifosato sobre las personas, no sea cosa que haga algo….)
Pero no pudo con su genio y señaló que existen “múltiples estudios y un marco regulatorio sobre el impacto ambiental de los agrotóxicos en la producción agrícola, principalmente en las explotaciones que practican fumigaciones aéreas”.
Perdón, don Capitanich, pero impacto ambiental de los agrotóxicos en las actividades agrícolas no se hace. Nunca se hizo, se les olvidó que había que hacerlo.. Y “múltiples estudios”, si, de eso hay … y todos dan sistemáticamente mal, desde hace años.
Luego dice que “cada localidad y provincia debe tener una regulación para impedir la afectación a zonas urbanas o periurbanas”, pero hombre, si anda el Ministro de Agricultura y su gente girando por los pueblos señalando que hay que reducir las distancias porque no pasa nada y somos alarmistas… ¿no se juntan con el gabinete?
Ahora, don Ministro, muy bueno el chiste cuando dice que siempre “se hace una evaluación muy rigurosa” ante la aparición de nueva información. Estuvo bueno, imagino que se referirá a la aprobación de la soja y el glifosato en tiempo récord y sin ningún (léase ningún) chequeo sanitario…
Resultó buen humorista el ministro…