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Editorial del Programa ECOS del día 29 de Julio de 2017

 

Popurrí de noticias sobre renovables

 

 

Esta semana me detuve a ver dos informaciones asociadas:
Por un lado, el titular de que las renovables van a convertirse en 2020 en las energías más baratas del mundo. Morgan Stanley, la consultora, emitió un informe en el que afirma que la tecnología está solucionando un problema que los políticos han sido incapaces de resolver: en la mayoría de los casos serán las renovables y no las políticas gubernamentales lo que impulse los cambios en el mundo energético.
Subrayan que el precio de los paneles solares ha caído más de un 50% entre 2016 y 2017. Y en los países con buenas condiciones meteorológicas, los costos asociados a la energía eólica ya son "entre la mitad y un tercio de los de las plantas de gas natural". La innovación está detrás de estos logros, al incrementar la eficiencia de las células fotovoltaicas y al permitir desarrollar turbinas eólicas con palas más largas, lo que las hace más eficientes.
Por otro lado, me ha llamado la atención el titular que dice que los mineros podrían reconvertirse en trabajadores del sector de las energías renovables.
El Parlamento Europeo acaba de aprobar la concesión de un millón de euros del Fondo de Adaptación a la Globalización en ayudas a los mineros del carbón que han perdido su empleo. Pues bien, en España, Greenpeace le pide a la Junta, (que es la que deberá gestionar los fondos) que los destine a la formación para empleos alternativos al carbón, como por ejemplo, en el sector de las renovables, empleos para la transición sostenible, ya que en el pasado, fondos similares han sido mal gestionados y no han servido para buscar alternativas al carbón.
Greenpeace, que publicó el año pasado un informe sobre alternativas sostenibles para las cuencas mineras, insistiendo, con cálculos de mercado y ecuaciones ambientales, que apostar por las centrales térmicas de carbón no es realista.
Por otro lado, tenía pendiente contarles que los japoneses, a fuerza de tifones, se dijeron: Si no puedes contra ellos, úneteles. Y Atsushi Shimizu diseñó la primera turbina eólica capaz de generar energía durante 50 años con la fuerza de un sólo tifón. Es un rotor extremadamente resistente similar a una batidora. Al igual que otras turbinas de eje vertical, puede orientarse en cualquier dirección para soportar los patrones de viento impredecibles.
Los primeros prototipos arrojan una eficiencia del 30%, aunque lo que todavía no se sabe cómo piensa este buen señor canalizar y almacenar toda esa energía que promete generar estas turbinas.
Volvamos a Argentina, porque un equipo de científicos del Conicet descubrió una familia de materiales compuestos que permiten maximizar el aprovechamiento de la energía solar, pasando de absorber el 4 por ciento al 43 por ciento de la luz del sol. El doctor en física Eugenio Otal y los doctores en química Manuela Kim e Ismael Fabregas, del Instituto de Investigaciones Científicas y Técnicas para la Defensa, desarrollaron fotocatalizadores que producen un proceso similar a la fotosíntesis: capta la luz solar y permite transformar su energía en energía química. Claro que ya había fotocatalizadores como el dióxido de titanio, pero… solo absorben la luz ultravioleta. Este nuevo tipo absorbe además toda la luz visible, esto significa pasar de absorber el 4% al 43% de la luz del sol.
Y por otro lado, y siguiendo en Argentina pero en el campo de la energía solar por concentración, Investigadores del Laboratorio de Óptica de la Facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísicas de la Universidad nacional de la Plata, en conjunto con la Comisión de Investigaciones Científicas de la Provincia de Buenos Aires , y con el asesoramiento de la Plataforma Solar de Almería, España hicieron un prototipo teórico, basado en el diseño de sistemas de torres solares donde un campo de espejos denominados heliostatos siguen la trayectoria del sol y proyectan la energía recogida en el campo y como fluido de transporte térmico se utilizan sales o aceites.
También, analizaron la aplicación de sistemas de concentradores cilíndricos parabólicos que cumplen la misma función de transportar con un fluido térmico la energía concentrada. El resultado: sin la necesidad de recurrir a baterías, es posible almacenar energía en tanques de sales calientes, y utilizar el excedente de esa energía concentrada durante el día, para cubrir las demandas de consumo eléctrico por la noche. Los muchachos se pusieron a trabajar en la construcción del prototipo.
Varias cosas, para empezar este programa con mucha energía. Renovable, desde luego.