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Editorial del Programa ECOS del día 8 de Junio de 2019

 

Nos estamos descongelando…

 

 

Vamos a hablar de deshielo. Usted va a pensar en el Ártico, y sí, hace bien: porque se está derritiendo a un ritmo sin precedentes.
Groenlandia es el segundo depósito de agua dulce más grande del planeta, después de la Antártida. Si se derritiese todo el ártico con Groenlandia incluida se estima una suba de siete metros en el nivel global del mar.
La revista científica Nature publicó una crónica histórica más precisa desde el siglo XVII hasta hoy para revisar qué fue pasando con ese hielo, realizada por la Universidad de Rowan, en Nueva Jersey, EE UU, y revelan que el aumento del deshielo comenzó a mediados de 1800, tras el inicio de la era industrial, y que la velocidad de desaparición no ha hecho más que acelerarse, por encima de la variabilidad normal, hasta hoy con un 50% más de agua de deshielo.
Se ha producido un 30% de este aumento únicamente durante el siglo XX
Las perforaciones de muestras antiguas de hielo se realizaron durante varias expediciones entre 2003 y 2015.
Tanto las simulaciones de modelos computarizados independientes, como los resultados de este trabajo, que incluyó helicópteros para ir a sacar las muestras al medio de desierto helado, campamentos ventosos y mucho frio, muestran claramente que el deshielo de las últimas décadas no tiene precedentes en los últimos 350 años.
Pero vayamos de Groenlandia y los esquimales a nuestro autóctono Parque Nacional Los Glaciares, que, según el estudio de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, perdería más de la mitad de su hielo durante este siglo… Desaparecerán 21 de los glaciares existentes allí, desde ahora hasta el año 2100. Mañana nomás! Incluso en un escenario más optimista, en el que las emisiones de gases de efecto invernadero descendieran significativamente, el estudio considera que 8 de estas zonas glaciares no tienen salvación.
Entre las reservas en peligro, además del Parque Nacional Los Glaciares, está el Parque Nacional de Monte Perdido, en los Pirineos (España y Francia) y otros populares destinos naturales en los Alpes, las Montañas Rocallosas (Estados Unidos y Canadá), el Himalaya (Nepal), entre otros.
Y mientras leía estas cosas, me llega la noticia de que se produjo una enorme fractura en los hielos continentales entre Chile y Argentina, en el glaciar HPS 40, que antes se encontraba conectado por una lengua de hielo con la meseta.
Investigadores chilenos descubrieron en la zona más austral del Campo de Hielo Sur (Hielos Continentales) un área de 209 kilómetros cuadrados y 37 kilómetros de longitud norte-sur que se separó de la superficie congelada, dejando una brecha de roca desnuda de unos 100 metros.
El Campo de Hielo Sur -una zona limítrofe con Argentina que estuvo en disputa hace 20 años por las cumbres divisorias de aguas- es hoy binacional. Tiene 362 kilómetros de largo y se le separó un área de 37 kilómetros de longitud que está en territorio chileno.
Los antecedentes muestran que la tendencia predominante es la pérdida de los hielos y la fragmentación de los glaciares, y los investigadores creen que al quedar la roca desnuda, ésta absorberá mayor radiación y se calentará más, lo que produce un efecto en los bordes y ello puede aumentar la distancia de separación y acelerar del derretimiento de los hielos. Ya en octubre pasado se observó la pérdida de 220 kilómetros cuadrados de hielos en 13 años (2002-2015). Dado el acelerado derretimiento, se decidió actualizar con nuevas imágenes de alta resolución obtenidas en 2018 y parte de 2019, y zás… el hielo se rompió.