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Editorial del Programa ECOS del día 12 de Julio de 2025

 

La guerra contamina

 

 

 

Nunca mejor que hoy recordar algunas cosas de cuando hablamos de la guerra y la contaminación.
¿Cuánto contaminan las guerras? Semejante huella de carbono de los ejércitos, ha sido invisibilizada por todos los mecanismos internacionales que supuestamente contabilizan las emisiones.
¿Sabía que el Convenio de Ginebra dice que regula las guerras y prohíbe la contaminación? Jueguen con agua, pero no se mojen.
En su enmienda de 1977 dice el artículo 35 que "Se prohíbe en cualquier conflicto armado el empleo de métodos o medios de guerra que sean destructivos por naturaleza o que puedan causar daños extensivos, duraderos y severos al medio ambiente." Y encima, Naciones Unidas declara el día 6 de noviembre como día internacional para la prevención de la explotación del medio ambiente por los conflictos armados.
La ONG británica CEOBS afirma que, si los ejércitos fueran un país, serían el cuarto más contaminante del mundo, y producen el 5,5% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero del planeta.
La guerra en sí misma contamina y, sin embargo, ningún acuerdo contabiliza su huella de carbono. Cuánto contamina disparar un misil o el petróleo que usa un tanque de guerra o un avión de combate, ni los humos de todos los incendios que provocan cada uno de los bombardeos. Nadie lo mide ni lo declara. Ni hablemos de radiactividad, ni hablemos de gente, o de territorios inutilizados por siglos. Los ejércitos contaminan, incluso si ningún acuerdo internacional mida su huella. Y la guerra, pese a Ginebra, también.