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Editorial del Programa ECOS del día 19 de Marzo de 2009
Este editorial podría llamarse “la vigencia del arte”.
Año a año, década a década y siglo a siglo, vemos que el arte atraviesa la historia de la humanidad, mostrando con valor y pintura, o con valor y pentagrama, o con valor y letras, lo que pasa.
Ese “lo que pasa” que no dicen los diarios. Esa percepción descarnada, del inconciente al lienzo, la metáfora del Guernica. Los acordes de La Marsellesa, la pared violenta de Siqueiros.
Qué obra habrá que quede después de estas épocas y relate la desazón?
Qué artista pintará la inconciencia de una especie que parece empeñada en autoextinguirse?
De qué modo el arte entenderá a los legisladores de una nación que planean con sangre fría y gruesos sobres la escasez de agua para millones como contrapartida de una gran ganancia para uno?
En qué partitura quedarán los que se han quedado sin nada, y ya ni sus manos para trabajar la tierra, sirven en el modelo John Deere?
Qué canción relatará la voluntad de un gobernante de aniquilar los bosques que son sustento de vida … hasta para él mismo?
Qué escultura mostrará los chicos sin ojos, las madres abortando y los nervios torcidos como sarmientos de los fumigados de fisiología aniquilada?
El arte nos pone escarbadientes en los párpados y nos obliga a ver, como en una Naranja Mecánica implacable.
Porque el arte no hace justicia.
La justicia, la tenemos que buscar nosotros.
