Skip to: Site menu | Main content

Editorial del Programa ECOS del día 21 y 23 de Mayo de 2009

 

Qué cosa cuando uno ve en la tele los temas en los que viene batallando desde hace años. Y de golpe aparecen como temas del día.
Hoy todos saben de glaciares, y entienden de cianuro y de glifosato, de petróleo y de deforestación. Eso está bueno.
Lo que no está bueno es que la gente sepa de estas cosas, no precisamente porque se han resuelto, sino más bien porque han empeorado.

Pero hay algunas señales que me parece que son interesantes para conocer que las personas empiezan a darse cuenta de cómo viene el nuevo mapa de poderes entre los contaminadores y saqueadores, las autoridades y la naturaleza.

 

 

Por ejemplo, la Minera Aquiline le propuso a la Universidad Nacional de la Patagonia que hagan un trabajo de relevamiento social para el proyecto Navidad en Gastre. Alumnos, algunos profesores e integrantes del Foro Ambiental y Social de la Patagonia argumentaron que con este trabajo se abriría las puertas a la minera para que inicie la explotación. Nunca faltaron los que estaban a favor: adujeron que esta experiencia era una oportunidad para la práctica profesional, que serviría para saber realmente cuales eran las necesidades y la verdadera opinión de los pobladores acerca de la actividad minera. Finalmente después de dos horas de debate se voto por unanimidad el rechazo del proyecto de trabajar para Aquiline.

O por ejemplo, descubrimos una lista de utilidades de YMAD – Bajo la Alumbrera de reparto de dineros a las universidades. Y yo no quiero que una minera contaminante suizo-canadiense me banque la universidad pública.
Y parece que no era yo sola la que no quería, y se armó un jugoso debate público sobre el tema. Casi todas las radios de la ciudad levantaron el caso y estuvieron en un todo de acuerdo conque era legal pero no ético, y se sumaron al repudio.
Ha pasado una semana, y desde BIOS aun no tenemos respuesta de nuestra Universidad, pero lo sano es que de golpe la gente se dio cuenta que existía ese soborno.

Y para agregar a este panorama, el caso Magdalena. Diez años de causa judicial. Una corporación (la Shell) anglo holandesa que necesita lavar su imagen en el mundo porque es sentada en el banquillo de los acusados en New York por primera vez en la historia por crímenes de lesa humanidad. Y claro, todo pasivo ambiental embarra la cancha. Hay que arreglar a esa gente de algún modo.
Y ese algún modo son 9 millones y medio de dólares. Y aquí no se habla más. Derrame? Qué derrame? Contaminación? Qué contaminación? Echando un verde manto de sombras con la cara de Washington sobre el peor accidente en aguas dulces del mundo, y el más grande, por supuesto, en el Río de la Plata.
Y acá es donde aun la cosa se pone preocupante: las boletas por el si o por el no que se votaron en Magdalena, no decían: “Si o No al acuerdo económico a cambio de retirar los cargos y no hablar más de derrame o contaminación”
Decía (y tengo las boletas delante de mi) “No estoy de acuerdo con el convenio con Shell por el que se recibirán 9 millones y medio de dólares, asesoramiento, diseño y planificación del desarrollo turístico, un parque industrial…” y la lista sigue con los elementos soborno, pero nada dice del silencio al que está obligado todo votante si acepta, y a que para la historia, NO HABRA EXISTIDO NUNCA SEMEJANTE DERRAME.
Los medios locales fueron súper tendenciosos (los he visto) diciendo cosas como: vote si por el futuro de Magdalena. Y el folleto oficial del plebiscito era directamente desesperante: EL 17 VOTE convenio Shell por 35 millones de pesos, mas asesoramiento turístico, desarrollo industrial, diseño y planificación”.
Y nada decía, insisto, de cuál era la contraparte.
Eso es un plebiscito? Eso es un mamarracho.
Esas cosas preocupan, vio?