Skip to: Site menu | Main content

Editorial del Programa ECOS del día 19 de Octurbre de 2010

 

Regalándole el gas a las corporaciones

 

 

Leía el Newsletter Inversor Energético y Minero de septiembre adonde dice: La Argentina importará gas chileno a partir del próximo invierno.
Lo que nadie creía posible en el sector energético hace seis años, está muy cerca de concretarse. La Argentina, país que fue el principal proveedor de Chile hasta el año 2004, se encamina ahora a importar gas natural del país trasandino para poder atender el mayor consumo doméstico que no puede ser cubierto por la producción gasífera local, que sigue en caída libre por falta de inversiones.
Ante el creciente déficit gasífero que enfrenta el país y que lleva a la aplicación de cortes de suministros a las industrias en el período invernal, el Gobierno decidió acelerar las gestiones para poder importar gas de Chile a partir del año que viene.
A sólo ocho meses de haber descartado públicamente esa posibilidad, el ministro de Planificación, Julio De Vido, suscribió un amplio “convenio de cooperación” con el ministro de Energía de Chile, Ricardo Raineri, que abre las puertas para las futuras compras del fluido a los proveedores trasandinos.
Desde mediados de década del ‘90 y hasta hace seis años, la Argentina le estuvo vendiendo a Chile un promedio de 20 millones de metros cúbicos diarios de gas. Pero a partir de abril de 2004, comenzó a restringir esas exportaciones con el fin de garantizar el abastecimiento interno. Con el correr de los años y ante la constante caída de la producción gasífera interna, los despachos al mercado chileno se cerraron por completo.
La nota no habla del precio al que estuvimos exportando a Chile durante esos años. Ahora compraremos a precio internacional lo que antes estuvimos vendiendo a precio de ganga vecinal.
En junio de 2006 quedó radicada en la Justicia Federal una denuncia efectuada por el ex diputado Mario Cafiero con el patrocinio del Dr. Ricardo Monner Sans (expediente Nº 10.228/2006 caratulado “NN s/ defraudación contra la administración pública”) referida a las exportaciones de gas, y en especial, a la subfacturación de las exportaciones de gas a Chile. En la misma, "se aportaron elementos demostrativos que los precios de exportación de gas natural a Chile eran la mitad de los precios de exportación al Brasil; muy inferiores al precio que se importaba desde Bolivia; y extraordinariamente inferiores al precio en otros países.
Ahora bien, hace muy poco veíamos como se aprobaba el proyecto Potasio Rio Colorado, de la minera VALE para extraer cloruro de potasio al sur de Malargüe. Hemos hablado varias veces en ECOS de ese tema, con Marcelo Giraud de la Asamblea Mendocina por el Agua, Leandro Altolaguirre de Alihuen o Eduardo Sosa de OIKOS.
El proyecto que el gobierno alegremente aprueba, implica que le estaremos cediendo gentilmente a una minera brasilera, la friolera de un millón de metros cúbicos diarios de gas, lo cual equivale al consumo de toda la provincia de Mendoza y representa un tercio de las importaciones desde Bolivia. Esto implica que la escasez de gas y su consiguiente importación seguirán aumentando a mediano y largo plazo.
De hecho, esto lo señala el Defensor del Pueblo de Nación que esta semana emitió una resolución por este emprendimiento, recomendando a la Secretaría de Ambiente de la Nación que se expida en el análisis de los impactos ambientales integrales, acumulativos e interjurisdiccionales del emprendimiento minero Potasio Río Colorado, además del descabellado consumo de gas.
La explotación de este mineral, usado como fertilizante agrícola, producirá varios millones de toneladas de sal residual por año que se acumularían directamente sobre el terreno en la cuenca del río Colorado. Esto podría provocar la salinización del curso de agua y de las napas que abastecen a las poblaciones aguas abajo del emprendimiento, así como la alteración del suelo, la modificación del paisaje, la alteración de los escurrimientos, y la afectación producida por el esparcimiento de partículas de sal sobre la flora y fauna.
Menos agua, menos gas… viva la pepa.