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Editorial del Programa ECOS del día 24 de Noviembre de 2012

 

BIOS en la consulta pública sobre agrotóxicos

 

 

EXPOSICIÓN CONSULTA PUBLICA 24 OCTUBRE 2012

Mi objetivo en estos 5 minutos es aportar el rol de las ONGs en temas de salud y ambiente, en medio de este proceso de reconversión hacia la agroecología que se anuncia, y que va en línea con docenas de municipios y provincias que están asumiendo este compromiso sanitario.
En las últimas décadas las organizaciones no gubernamentales fuimos la voz del canario de la mina.
La industria echaba al mundo sustancias supuestamente benéficas y, años después, enfermos después, muertos después, la alarma levantada por las organizaciones civiles hacía que la industria y los gobiernos que daban los permisos, hiciesen un mea culpa y quitasen del mercado a través de acuerdos internacionales como el de Estocolmo o el de Montreal, aquello que cuando fue inventado, fue aplaudido. Pienso en el DDT, el asbesto, el endosulfán, el bromuro de metilo, la talidomida, en fin.
Ahí estuvimos las ONGs señalando lo que se intentaba ocultar, pero que tarde o temprano resultó tratar de tapar el sol con las manos.
En este caso, desde BIOS hallamos situaciones insostenibles, que de hecho están ocurriendo en otros sitios.
Encontramos residuos de plaguicidas en verduras, y tuvimos que dar un sacudón cívico al tema para que empiecen a gestarse algunos cambios.
Pero fíjense todo lo que arrastró con el mantel aquella primera acción de la mano de la justicia penal:

- Una mayor atención en el colegio de ingenieros sobre sus agrónomos que no hacían la obligatoria receta agronómica
- Un sacudón al Ministerio que se desayunaba con que los trabajadores rurales no cuidaban su salud al manipular estas sustancias por ignorancia, y salieron a capacitar.
- Y el descubrir –esto es lo que celebramos- que hay vida más allá de los agrotóxicos. Literalmente….

Que hay ingenieros a cargo de grandes extensiones, cientos y hasta miles de hectáreas de producción agroecológica ganando dinero mientras venden productos sanos.
Que es posible, y que es rentable. Y rentable no sólo porque los productores llenan sus bolsillos y hasta exportan, sino que es rentable porque el estado se ahorra un montón de plata por no tener que atender alergias, asmas, erupciones, o cuadros neurológicos a veces irreversibles.
Es rentable desde otro lugar, porque cuando los productores van a trabajar al campo, sus vecinos no huyen a cerrar sus puertas y tapiar sus ventanas como si fuesen la inquisición, sino que los saludan y comparten ideas y semillas.
Y en cada sitio adonde esta reconversión está siendo posible, real, concreta y económicamente rentable, hubo vecinos fumigados, hubo organizaciones espontáneas o formales, hubo gobiernos permeables a la problemática, y productores atentos que vieron que otro modo de producir es posible y es deseable.
Porque hubo gente y organizaciones, como nosotros, que dijeron paren de fumigar.
BIOS celebra, apoya y acompañará todas las acciones públicas o privadas que se tomen para la reconversión agroecológica, para recuperar en el ambiente y en las personas, la salud y el respeto por la diversidad.
Es hora de sostener esta decisión, este cambio y este proceso. En éste sentido va el mundo, ya no podemos hacer de ver que no nos damos cuenta. La producción agroecológica avanza en producción y en demanda.
Y el día de mañana, cuando los nietos nos pregunten qué hicimos para que las cosas cambien, tendremos mucho que contar.

Por BIOS, Lic. Silvana Buján, pte.
Periodista científico especializada en salud y ambiente