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Editorial del Programa ECOS del día 22 de Octubre de 2016

 

Agua Rica no tan rica

 

 

Y si, como comentamos en el programa pasado, en Andalgalá pasaron muchas cosas.
Por un lado, los concejales prohibieron la actividad minera metalífera a cielo abierto y la extracción de minerales nucleares, prohibiendo de paso el uso de agua para la actividad extractiva.
Es que ya están bastante hartos. Muchos años como víctimas de la megaminería desde Bajo la Alumbrera les enseñaron que eso es algo muy muy malo. Que solo trae problemas, contaminación y falsas promesas de desarrollo desde que Menem la plantó en 1994 para explotar el oro y cobre del oeste catamarqueño. Nunca se hicieron las miles de viviendas y solo 50 personas de Andalgalá trabajan allí.
Ha habido roturas del dique de colas y del mineraloducto con contaminación en varias zonas del recorrido.
Y desde hace siete años las comunidades se están oponiendo al nuevo proyecto de la multinacional canadiense Yamana Gold, tres veces más grande que Alumbrera y que está a 17 km solamente del pueblo.
A fin de agosto, sabíamos que un juez de Garantías falló a favor de un amparo presentado por asambleístas y suspendió todas las actividades del proyecto Agua Rica, después de la sentencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que en marzo había resuelto en favor de los vecinos pero envió la causa a la provincia, que, dicho sea de paso, va a analizar la legalidad de la ordenanza.
La minería no tiene licencia social y los proyectos de esa región violan la Ley de Glaciares y de Bosques. La Ley General del Ambiente plantea el principio precautorio, por lo cual, ponemos todas las fichas para que Andalgalá se convierta en otro Esquel: no a la mina. Ni ésta, ni otras.