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Editorial del Programa ECOS del día 21 de Julio de 2018

 

Condenados por esterilizar con agrotóxicos

 

 

“Sean solidarios con los daños de los agrotóxicos” dice el Diario Judicial.
Porque la Cámara de Apelación en lo Civil, Comercial y Laboral de Venado Tuerto, en la provincia de Santa Fe, resolvió que el empleador y la ART deben responder en forma solidaria en relación al daño sufrido por un trabajador que estuvo expuesto a plaguicidas, insecticidas, fungicidas y fertilizantes que dañaron seriamente su salud.
La causa se caratula "Vega Juan Marcelo c/ Prevención ART Sociedad Anónima s/ demanda enfermedad profesional". En ella, los jueces admitieron la demanda y condenaron al empleador y a la ART a abonar una indemnización por el daño incapacitante que se produjo por el trabajo de fumigador que realizaba este buen señor.
La exposición a agrotóxicos le produjo una disfunción sexual de causa orgánica, que conlleva la esterilidad, y esa patología es calificable como enfermedad del trabajo.
Para los jueces, la ART es responsable por no haber prevenido al empleador sobre los riesgos que presentaban las tareas de operar con maquinarias para fumigaciones, con distintos tipos de productos químicos, y dicen "siendo que no sólo los empleadores están obligados a adoptar medidas para prevenir los infortunios laborales, sino que la aseguradora también es sujeto pasivo de esta carga, pues es una operadora especialista en el mercado".
Por su parte, dicen que "cuando el empleador no tomó todas las medidas necesarias, obrando con la debida diligencia, para evitar el daño, su responsabilidad queda configurada y ni la predisposición por factores hereditarios ni el hecho natural de la vida laboral anterior del trabajador, constituyen causas” que deban investigarse.
Y condenaron al empleador demandado y a la ART a abonarle al trabajador damnificado la suma de $404.000, en concepto de daño moral y material.
Creo que es la primera vez que sucede esto. Y de hecho, este señor ha de ser uno en montones de trabajadores rurales afectados, no sólo en esterilidad. Recordemos los trabajos del Dr Alejandro Oliva, el andrólogo experto exactamente en esto, que ya lo viene relevando a campo.
Recordemos el caso del nemagón, en Nicaragua, que esterilizó a miles de obreros en las plantaciones de bananos.
Ahora, no poder tener hijos nunca más, ¿vale 400.000 pesos?
¿Cuánto vale un cáncer? ¿Una neuropatía? ¿Una alergia reiterada de por vida? ¿Una diabetes?
Caramba, qué fácil nos acostumbramos a ponerle precio a todo.