Editorial del Programa ECOS del día 1 de Agosto de 2020
Fibras desde el lavarropas directo al océano
Hoy vamos a hablar de plásticos, microplásticos y su ubicuidad, qué son, de dónde provienen. Lo vamos a hacer de la mano de un experto y vamos a quedar bastante sorprendidos. Pero en el entretanto y para entrarle al tema, quería contarles que en la revista científica PLOS ONE apareció un trabajo de la Universidad de Northumbria, en Inglaterra, sobre microfibras.
¿Qué son las microfibras? Fibrillas que se desprenden de la ropa, mayoritariamente no sintéticas (porque nuestra ropa es mayoritariamente de algodón o lana, o mezcla con plástico) que van al agua de lavado, a los desagües, y después terminan en los océanos.
El estudio se hizo calculando sólo en Europa, donde el resultado dio casi 13.000 toneladas de microfibras que se lanzan al medio marino europeo cada año. Serían dos camiones de basura todos los días.
Cada vez que lavamos la ropa, miles de pequeñas microfibras de la tela se liberan en los ríos, el mar y el océano, causando contaminación marina. Los científicos han especulado durante algún tiempo que estas microfibras pueden causar más daño que las microperlas, que fueron prohibidas en los productos de consumo del Reino Unido y los Estados Unidos en los últimos años. Que por aquí aún se hallan en pastas dentales, cremas faciales “que se extienden suavecitas por la piel”, exfoliantes, geles de baño.
Los Investigadores trabajaron en colaboración con Procter & Gamble, (fabricante del jabón líquido para lavarropas más famoso) en el primer estudio forense importante sobre el impacto ambiental de las microfibras de la ropa doméstica realmente sucia. Y el análisis reveló que se liberaron un promedio de 114 mg de microfibras por kilo de tela en cada carga de lavado estándar.
Hay, en Europa unos 35,6 mil millones de cargas de lavado en 23 países cada año. Eso hace que se liberen 12,709 toneladas masivas de microfibras desde las lavadoras a los ríos, el mar y el océano cada año solo en Europa.
Los investigadores observaron una reducción del 30% en la cantidad de microfibras liberadas si el ciclo, en vez de ser de 40 minutos es de 30 minutos y sin calentar el agua. Parece una pavada, pero se reduce un 30%
Observaron que la nueva elimina más microfibras que la ropa vieja. Que el suavizante no interviene en absoluto en el tema.
Un punto positivo a tener en cuenta es que las fibras naturales de origen vegetal y animal se biodegradan mucho más rápidamente que las fibras sintéticas, que son algo así como el 15% de todas las fibras eliminadas.
Como sea, a un medio natural acuático no le hace nada bien ese 15% de fibras sintéticas y la enorme cantidad de fibras naturales, que – comprobaron- tardan hasta 80 años en disolverse.
¿Cómo hallar una solución definitiva a la contaminación de los ecosistemas marinos por estas microfibras? Se está pensando en procesos de fabricación de textiles que ayuden a que no se desprendan, y en el diseño de lavarropas que no lo provoquen, con filtros específicos.
Me gustó comentarles esta nota porque podemos pensar en contaminación en el mar e imaginamos plásticos flotando, petróleo vertido, efluentes urbanos, escorrentías de pesticidas de las tierras de cultivos, pero hay muchas más fuentes, que se nos escapan, y que hacen por un lado, que nuestros cursos de agua se vean en serios problemas, y por otro, nos muestran cuánto desconocemos, a la hora de alzarnos de hombros y decir “bah, por ese poquito de contaminación vamos a preocuparnos?” Y si, tenemos al menos, que conocerlo.