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Editorial del Programa ECOS del día 30 de Julio de 2022

 

Vidas quebradas a causa de la contaminación

 

 

Infobae contaba el otro día bajo el título: Ella y su familia están contaminados con agrotóxicos: se recibió de abogada para defender su vida en Pergamino, el caso de Sabrina Ortiz que tuvo dos ACV, sufrió un aborto espontáneo, su marido también tiene altos niveles de agroquímicos en el cuerpo y sus hijos padecen daños genéticos a causa de las fumigaciones. Desesperada, estudió Derecho, se presentó como querellante y logró que por primera vez fueran procesados los responsables.
La nota, firmada por María Soledad Iparraguirre, cuenta el caso de Sabrina, de Pergamino, al lado de campos sojeros.
En 2011 perdió un embarazo de 6 meses.
Denunciaba las fumigaciones a diez metros de su casa, que le provocaban desprendimientos en la piel, brotes y picazón. El día del aborto había respirado el veneno del campo, pero ya era tarde cuando la llevaron al hospital.
El médico que la atendió le dijo que se debía a una intoxicación por agroquímicos pero que si acaso lo certificaba, lo iban a matar.
Nadie le respondía, ni de la Secretaría de Salud, ni del hospital ni del Municipio.
Ella es docente especializada en salud y sufrió el primer ACV en el año 2014 y un segundo ACV un año después. Empezó a estudiar Derecho para poder defenderse contra los dueños de los campos vecinos, y en el entretanto, su hija desarrolló steomielitis crónica recurrente que genera quistes dentro de los huesos y tuvo que ser operada cinco veces. Su hijo tiene cien veces más glifosato en orina de lo tolerado.
En el Hospital Austral de Pilar les confirmaron que tenían altísimos niveles de agrotóxicos, ciento veinte veces más de lo que el organismo puede tolerar.
En 2017 se recibió de abogada, e inició como querellante una causa ente el fuero federal, y 2 años después el Juzgado Federal de Primera Instancia en lo Criminal y Correccional Nº 2 de San Nicolás falló a favor de los vecinos afectados, disponiendo la prohibición de pulverizar a menos de 1.095 metros de cualquier zona urbana de Pergamino y a 3.000 metros aéreas.
Y procesó sin prisión preventiva a tres productores rurales por considerarlos a «prima facie» coautores penalmente responsables del delito de “contaminación del ambiente en general, de un modo peligroso para la salud, mediante la utilización de residuos calificados peligrosos (agrotóxicos)” y a dos funcionarios municipales, dependientes de la Secretaría de Producción y la Secretaría General, por el delito de incumplimiento de los deberes de funcionario público en forma continuada.
En abril de 2019, un estudio realizado por el INTA Balcarce confirmó que el agua de Pergamino que se utiliza para consumo domiciliario contiene hasta 18 agrotóxicos.
Desde 2020, la familia empezó a recibir intimidaciones para que se calle la boca.
Una camioneta que se le echa encima al padre, que los sigan con vehículos, hasta que la hija de uno de los fumigadores se les metió en la casa armada y a punta de pistola amenazó a todos.
El final: Un fiscal federal solicitó que toda la familia sean incluidas en el Programa Nacional de Protección de Testigos.
¿Qué lindo modelo rural, no?