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Editorial del Programa ECOS del día 19 de Noviembre de 2022

 

¿Los insectos juegan?

 

 

Muy buenas… como en este programa hoy vamos a hablar de cosas muy serias, quería traerles esta nueva publicación, que me resultó enormemente llamativa.
Todos sabemos que los gatos y los perros juegan. ¡Vaya que si! Lo mismo los hamsters, y tantísimos otros miembros juguetones del reino animal. Y de pronto, si tenemos empatía con ellos, porque los vemos jugar, nunca vamos a pensar en bichos como los insectos. ¿Pero, los insectos juegan?
Un equipo de la Universidad Queen Mary de Londres en el Reino Unido,
Se preguntó ¿Hasta qué punto la conducta de los insectos responde siempre a necesidades, cosas como buscar comida, escapar, refugiarse, aparearse? ¿Pueden los insectos decidir hacer cosas solo para divertirse? ¿Los insectos juegan? Y se pusieron a investigarlo.
45 abejorros adentro de un escenario controlado con dos opciones: un costado sin obstáculos para llegar a una zona de alimentación y otra opción de desviarse de ese camino hacia zonas con bolitas de madera de colores.
Por supuesto las bolitas de madera no tenían ninguna utilidad. No eran para comer ni de lejos, no eran para aparearse, no daban refugio… era como un patio de juegos para abejorros, que se podían abrazar a las bolitas y hacerlas rodar. Como hacen los chicos con esas grandes pelotas infladas.
Repitieron numerosas veces el experimento con variados abejorros, y el equipo comprobó que los bichitos abejorros se desviaban repetidamente de su camino, se abrazaban con las patitas a las bolitas y las hacían rodar. Capaz gritaban “iuppi” pero no se escuchaba…
No había ningún incentivo material para hacerlo. Balancearse abrazados a bolitas de colores no ayudaba a obtener comida, ni a limpiarse, ni a aparearse, y sin embargo, la repetición de esta conducta sugería que desplazar bolitas resulta gratificante para los abejorros.
Además, los abejorros más jóvenes hacían rodar más bolitas que los de más edad, tendencia de comportamiento humana y animal por otro lado. Los más chicos juegan más.
Y se observó que los machos de abejorro hacían rodar bolitas durante más tiempo que las hembras de su misma edad.
Y probaron otra cosa: a 42 abejorros se les dio acceso a dos recintos de colores distintos, uno que siempre tenía bolitas y otro vacío.
Cuando sacaron todas las bolitas y se les dio a elegir a los abejorros entre los dos recintos, se iban al que antes había contenido las bolitas. Iban a buscar sus juguetes…
La conclusión del estudio es que los abejorros juegan.
Hasta donde se sabe esta es la primera investigación en la que se demuestra que unos insectos son capaces de jugar con objetos.
El estudio se titula “Do bumblebees play?”, y se ha publicado en la revista académica Animal Behaviour.
Así como se tardó mucho en asimilar que los gorilas eran personas no humanas, y se va en camino con los delfines, las ballenas, quizás los elefantes, los pulpos… pondremos en otro lugar a los insectos, ahora que sabemos que son capaces de elegir y de jugar?