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Editorial del Programa ECOS del día 26 de Agosto de 2023

 

Puertas giratorias

 

 

Las puertas giratorias de la EPA en Estados Unidos es el nombre de un completo trabajo que Pesticide Action Network de Norteamérica ilustra uno de los mecanismos de la captura corporativa regulatoria en Estados Unidos, que nos sirve para resistir las presiones que buscan la homogeneización regulatoria de nuestro país con el vecino del norte.
Comparto con ustedes este texto, en el cual se explica que no es ningún secreto que la industria química tiene una influencia indebida sobre los procesos regulatorios en los Estados Unidos. Las corporaciones ejercen un poder increíble en los procesos de las agencias para crear las pautas que se supone deben proteger la salud de nuestras comunidades y el medio ambiente.
La Agencia de Protección Ambiental (EPA) no es una excepción. Al revisar los impactos en la salud y el medio ambiente de los productos plaguicidas, la EPA a menudo se basa en estudios financiados por la industria, y esta ciencia corporativa rara vez está disponible para su revisión pública. Además, las empresas químicas suelen formar parte de paneles y comités que “asesoran” a los reguladores.
Una de las estrategias más efectivas que usan los Grandes del Agronegocio para influir en los reguladores puede ser la "puerta giratoria", en la que ex ejecutivos, abogados y científicos de la industria agroquímica sirven en las agencias gubernamentales encargadas de supervisar sus industrias, y viceversa. Los exempleados de la EPA utilizan su conocimiento profundo de los procesos regulatorios para ayudar a las industrias a lidiar con ellos. ¿Qué tan profundo es este problema?
Se podría pensar que un ex empleado de la EPA gravitaría hacia una trabajo que continuara en la conservación, pero la norma es lo contrario: dejar el servicio público por una carrera lucrativa en las industrias extractivas es prácticamente una tradición en la agencia. Según un análisis de The Intercept, desde 1974, los siete directores de la oficina de plaguicidas de la EPA que continuaron trabajando después de dejar la agencia ganaron dinero con las compañías de plaguicidas que solían regular.
Estos directores han aceptado puestos universitarios financiados por Monsanto, Bayer y Syngenta. Algunos de ellos han trabajado como abogados de la industria o se han desempeñado como miembros de juntas directivas de empresas agroquímicas. Otros funcionarios de la EPA han dejado la agencia para trabajar directamente para la industria agroquímica:
• Stephen Johnson: administrador de la EPA y administrador asistente de la Oficina de Prevención, Plaguicidas y Sustancias Tóxicas ? Se unió a la junta directiva de Scotts Miracle-Gro, que comercializa el plaguicida glifosato en los EE. UU.
• Linda Fisher: Administradora adjunta de la EPA ? Se trasladó a trabajar para Monsanto y DuPont.
• John Todhunter: Administrador asistente de la EPA a cargo de plaguicidas ? Se convirtió en consultor de plaguicidas.
• Bill Jordan: Subdirector de la oficina de plaguicidas ? Ahora es consultor de empresas de plaguicidas.
• Steven Jellineck: exadministrador asistente de sustancias tóxicas ? Fundó una firma de consultoría que eventualmente emplearía a muchos otros ex empleados de la oficina de plaguicidas y representó a Monsanto, Dow, FMC y la Asociación de Fabricantes Químicos, entre otras compañías agroquímicas.
Este flujo de expertos de la EPA a las empresas de plaguicidas no solo permite que los químicos peligrosos eludan el escrutinio regulatorio, sino que también da forma a la cultura dentro de la agencia y explica por qué los problemas de regulación han persistido a través de los cambios en las administraciones presidenciales. Lori Ann Burd, del Centro para la Diversidad Biológica, dijo que solo ha notado cambios menores en el enfoque de la agencia sobre los plaguicidas bajo la presidencia de Joe Biden. “Están adoptando un tono ligeramente diferente. Pero en nuestro litigio, son los mismos puños de acero, luchan hasta la muerte por todo”.
La enorme influencia de las corporaciones químicas ha obstaculizado una regulación significativa de los plaguicidas en los EE. UU., dejando a las comunidades expuestas a productos químicos dañinos que no se toleran en muchos otros países.
Aquí en Argentina, la cosa pasa igual. Baste mirar las mesas y oficinas que regulan estas sustancias, veremos que hay gente que viene o va de o desde las diferentes empresas ayudando a sus amigos a aprobar y liberar sustancias que terminan como residuos peligrosos circulando en mi sangre, en el agua, en la lluvia.. es una vergüenza, pero es en realidad, lo que está sucediendo.
Fuente del extraído de PAN: www.panna.org/news/epas-revolving-door/ Traducción al español del original en inglés: Fernando Bejarano