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Editorial del Programa ECOS del día 14 de Octubre de 2023
Exportar sin desmonte: una fantasía política
Muy buenas… algo ya habíamos hablado hace un par de semanas acerca de las nuevas disposiciones que Europa pondrá progresivamente para no comprar productos (vegetales, carnes, muebles, etc) a países con zonas deforestadas. Con esto, Europa aspira a contribuir a detener en gran parte la degradación forestal en todo el mundo que quiera venderles algo. Argentina tiembla, claro. Cómo vender algo de este país que esté libre de deforestación, si nuestros índices son espantosos, aun con la ley de bosques.
El gobierno y agroexportadores se pusieron a ver cómo salir de este intríngulis, y están buscando cómo hacer la trazabilidad de la soja y la carne libre de deforestación. Esa trazabilidad supone un rastreo hacia atrás del producto, que demuestre que en cada una de las etapas no se ha echado abajo un bosque o un trozo de monte. Y eso saldrá caro, además.
Este tema hizo brotar algunos sarpullidos y la sensación es que están tratando de ver cómo engañar al sistema, para no dejar de exportar. Porque van a tener que dejar de exportar o los productos van a venir de vuelta en el mismo barco con la tarjeta roja.
Entre los preocupados están los cordobeses, que hace poco se reunieron en lo que se llamó “Diálogo de Innovación y Transformación sobre la nueva regulación libre de deforestación de la Unión Europea”. Ahí el gobierno de Córdoba trató de convencer a todos de que, a través del Ministerio de Agricultura y Ganadería, estaban pugnando por fortalecer una producción cada vez más sostenible, con dos programas: el de Buenas Prácticas Agropecuarias y el Plan Provincial Agroforestal.
Ahora, cómo explicarles a los europeos que los argentinos somos buenos chicos, si en esa provincia, había 12 millones de hectáreas de bosque nativo a comienzos del siglo XX y actualmente queda menos del 3% en buen estado de conservación. La increíblemente pequeña cantidad de 360.000 hectáreas. En toda la provincia. Un parquecito.
Parece que no recuerdan que entre 2001 y 2018, cuando más aparecieron y fueron sancionadas legislaciones de protección del ambiente, la provincia perdió 131 mil hectáreas de cobertura arbórea
Y durante 2018, Córdoba perdió 889 hectáreas de bosque nativo más. Con ley o sin ley el desmonte avanza. Yo no sé si los europeos se lo van a creer, cuando estas gentes vayan y les pongan un bonito sello de “libre de deforestación” a sus exportaciones.
En fin… se verá.
